‘Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?’
Mateo 6:26
Ni siquiera los hijos de Dios, han podido escapar de ese horrible sentido de afán por las cosas de este mundo. Ese miedo, desconfianza y ansiedad de pensar que nuestras necesidades básicas no van a ser suplidas llegan a atormentar la vida de los hijos de Dios. Esto ha llevado a que muchos cristianos obren en la carne en algunos asuntos y cometan errores que luego se pondrán sobre el problema inicial haciéndolo más pesado de llevar. Para muchos, este asunto les absorbe tanto su pensamiento, que quedan exhaustos para servir al Señor y les arrebata la motivación de seguir al Señor con fidelidad.